lunes, 30 de mayo de 2016

¿Hasta cuándo vamos a estar juntos?

Antes cuando nos comprometíamos, nos hacíamos novios o nos casábamos era con la creencia y la sensación de que sería para toda la vida. Hoy en día, especialmente, las personas que ya se han casado, separado, establecido después otras parejas que también se han terminado, empiezan nuevas relaciones planteándose la pregunta ¿cuánto va a durar?, ¿cuánto tiempo voy a estar con esta persona? Es como que entramos en la relación de pareja con la fecha de caducidad impresa, como si fuera un yogurt en el supermercado, que antes de comprarlo miramos cuando caduca. No vaya a ser que se nos indigeste.

En el caso del yogurt la cosa se entiende. Pero las relaciones humanas son bastante más complejas y no vienen con la garantía de duración. Por eso, creo, es imprescindible una cierta dosis de ilusión de "amor eterno", de que esta vez sí he encontrado al "hombre o mujer de mi vida".

No quiero decir que nos lancemos a tontas y locas a las relaciones, que ignoremos los costos emocionales que implica crear un mal vínculo. No significa que vayamos con una venda en los ojos, pasando por alto señales de alerta, que no tengamos ninguna protección para que la cosa no se nos indigeste. Pero sí que es necesario permitirse uno/a mismo/a un espacio para la ilusión, la confianza, la creencia de que sí es posible... mientras no se demuestre lo contrario.

Porque sin este combustible, desde el principio se instala la angustia por la pérdida y puede más el miedo a pasarlo mal  que la alegría de empezar algo nuevo y así... ¡cualquiera se atreve a invertir!

Por el miedo al sufrimiento por (des)amor nos creamos otros tipos de sufrimiento.

Cada cual decide cómo y hasta dónde se expone en esta aventura de alto riesgo...


No hay comentarios:

Publicar un comentario