martes, 1 de septiembre de 2015

¡Sólo nos faltaba el whats app!

... y solo nos faltaba a los dependientes emocionales el whats app para dar rienda suelta a la obsesión de control que tanto nos caracteriza; que si le he mandado un mensaje y no me ha contestado; que sí, que lo ha recibido, lo dice el doble check en azul; que lo veo en linea, seguro que está hablando con el otro/a... Se nos disparan las fantasías más locas...

Así, que para "tranquilizarnos", mandamos otro mensaje, a ver si conseguimos llamar su atención. Puede ser un mensaje de desvalimiento tipo "no respondes, siento que no soy importante para ti", o un mensaje de enfado, tipo "veo que has leído mi mensaje y no te da la gana de responder".

Pero la culpa no es de los whats app, ni de los móviles, ni de la tecnología, sino de su uso. Cuando estas herramientas no existían, también eramos capaces de pasarnos las horas esperando en casa esa llamada que nos iba a salvar la vida, comiendo pipas al lado del teléfono, descolgando cada 5 minutos para comprobar si había linea o nos la habían cortado.

Tenemos que vernos a nosotras mismas con un poco de sentido del humor, destensarnos con una mirada irónica a nuestras propias obsesiones y así darnos cuenta de que la supuesta tragedia también tiene algo de cómico.

El sentido del humor y la risa sana son también una buena herramienta contra los dolores y las penas.

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