lunes, 31 de agosto de 2015

Valentía

Los dependientes emocionales nos hemos de trabajar la valentía. Eso no significa ignorar nuestros miedos. Precisamente esto es lo que hemos estado haciendo y lo que nos ha llevado a utilizar el amor y las relaciones como una droga. 

La valentía consiste en darse cuenta de nuestro miedo a la soledad, al abandono, al rechazo, a la desaprobación y, una vez hemos tomado consciencia de estos temores, mirarlos desde el adulto/a que somos y plantarles cara.

Cuando me pillo angustiándome por no recibir un halago, inquieta por una llamada o un mensaje que no llega con la celeridad que espero, haciendo un drama por una desatención mínima (o máxima), me paro e investigo cuál es el miedo real que se esconde detrás de mi ansiedad. Me pregunto ¿de dónde viene ese miedo? ¿Estoy reproduciendo un miedo infantil? ¿Estoy siendo fiel a un modelo de amor romántico absurdo? Me enfrento a ese miedo en lugar de esforzarme para que otro resuelva lo que me corresponde arreglar en mí. A veces me sale bien, otras no, pero ya no voy por la vida como una víctima pensando que no puedo hacer nada y que todo depende de la actitud de los demás. Aprendo día a día a asumir mi responsabilidad.

Valentía y responsabilidad, esa es la actitud para superar la dependencia emocional.

¿Cuáles son tus miedos?¿Qué pequeña (o gran) acción has hecho hoy para superarlos?

Compartir nuestros pequeños logros diarios es una manera de prestarnos ayuda mutua.



No hay comentarios:

Publicar un comentario