lunes, 13 de julio de 2015

Amor y autonomía

El amor y la pareja deberían considerarse un pilar más en la estructura de la vida de una persona, no en el fundamento de toda su existencia. Eso es demasiada carga que  soportar y, además, cuando se resquebraja, precisamente porque no aguanta tanto peso, se desmorona todo el edificio.

Hemos de diversificar y apoyar nuestra vida en diferentes pilares, eso nos hace individuos más completos, más libres, más sanos. La pareja puede ser algo importante, pero también lo son el trabajo, las amistades, nuestra familia, las aficiones, el desarrollo personal.

Precisamente las mujeres, tendemos a considerar el amor romántico como el eje de nuestra vida. Evidentemente, hemos avanzado mucho si nos comparamos con  nuestras antepasadas y ahora, a parte de de la pareja y los hijos, desarrollamos otras actividades en el ámbito profesional, social y económico.

¿Pero estamos avanzando en la dirección correcta? No mientras prioricemos el amor romántico por encima de todo. Creo que nuestro trabajo, especialmente el de las mujeres, está en no darle más importancia a los vínculos afectivos que a nuestra propia autonomía. Esto no significa que nos volvamos frías, insensibles o egoístas. Quiere decir, que sólo desde la autonomía personal, desde la soberanía sobre una misma, se puede escoger bien un compañero y crear relaciones que valgan la pena. Lo demás es dependencia insana.

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